domingo, 13 de julio de 2014

TEST DRIVE: EL SEMENTAL AMERICANO

Probamos en Estados Unidos uno de los clásicos americanos: el Ford Mustang.



Existen, en la historia, pocos nombres que hagan referencia tan clara a un elemento. Autos, navíos, edificios, monumentos, incluso personas. Desde 1964, "Mustang" es sinónimo de potencia, dólares perdidos en cubiertas y deportividad.
Básicamente, diversión al estilo americano.

Es, junto al Camaro, la referencia histórica de lo que es un American Muscle Car. Un clásico propiamente dicho, pero a diferencia de otros que también pasaron a la historia (como el Corvette), no un super-car.
Presentado al mercado el 17 de abril de 1964, se convirtíó en un éxito mundial en tan sólo un año. Su objetivo fue dar respuesta a una demanda específica no atendida: vehículos poderosos, deportivos pero de costo accesible. Dio inicio a la era de los pony-cars, autos de motores grandes y carrocerías abultadas. Compitiendo principalmente con Chevy Camaro, Dodge Charger y Plymouth Hemi 'Cuda.
Versiones hubo miles, combinando ya 6 generaciones de Coupé, Cabrio, Fast Back; incluso el gran Carroll Shelby lo potenció, como si los motores V6 y V8 de la casa americana tuviesen poca potencia.

En esta oportunidad probamos uno de los más atractivos. La versión V6 Premium Convertible.

En una travesía por el estado de Nevada y Florida, en Estados Unidos, manejamos durante 15 días y más de 2000 millas la versión más completa en la opción de motorización V6.

Motor:
Se trata de un 3,7L, 6 cilindros en V, que eroga una potencia de 305HP a 6.500rpm. Se sienten cada uno de los 389N.m. de torque como empujan cada vez que se hunde el acelerador de este auto pesado y de dimensiones importantes. 
Sin embargo esto se traduce en relativamente buenas métricas de aceleración: 0-30mph = 2,9s; 0-60mph (aprox. 0-100kph) = 7,1s.
La velocidad máxima fue difícil de fiscalizar por las obvias limitaciones legales de tránsito. Sin embargo, las unidades testeadas estaban limitadas a 123mph (198kph).

Era exquisito escuchar como operaba el motor cuando se lo pisteaba como un campeón aceleraba a fondo, con una sinfonía digna de un motor de gran porte y  6 cilindros, a lo cual no estamos acostumbrados en el mercado local. Sin embargo este hermoso sonido desaparecía si se utilizaba de manera más “civilizada”, lo cual indicaba lo bien insonorizado que se encontraba si tenemos en cuenta que este es un vehículo con techo de lona, e incluso cuando se circulaba con el techo plegado, el sonido del motor tampoco se sentía.


Diseño:
Claramente un Muscle Car. Dimensiones importantes en todos los cuerpos: una trompa enorme con un capó abultado, puertas grandes y pesadas, hombros importantes, ruedas enormes y un pequeño spoiler trasero. En la parrilla delantera, el legendario Pony. En la tapa del baúl, el logo de Mustang Convertible.

Mantiene el diseño deportivo, agresivo e impactante de los primeros Mustangs. La primer impresión al verlo fue lo que luego se expresó al utilizarlo. Pura potencia y diversión para el fanático de los autos.
El interior, muy básico y simple, con todo lo necesario, pero sin llamar la atención, enviando un mensaje claro. No es un auto alemán de lujo. Es un auto americano con 300+HP. Su objetivo no es disfrutar un paseo de domingo por el Lago di Como, sino quemar gomas.




Manejo:

Viene equipado con sistemas que permiten ser adaptados a diferentes sensaciones de manejo. Permite poder manejar un auto de esta potencia de manera completamente segura, cuando se observa que la suspensión es de “controversial suavidad” para un auto que se considera deportivo. 

Una suspensión tan suave es muy confortable en un manejo dominguero, citadino y diario. O sea, en modo turista de vacaciones. Pero “peligrosa” cuando se busca disfrutar en un circuito, exigiendo al auto, tomando curvas a alta velocidad; donde la suspensión hace rolar el vehículo demasiado, generando pérdida de adherencia, ayudado por el hecho de que posee ruedas de 18” y angosta banda de rodamiento.
Sin embargo, y volviendo a los sistemas de control de tracción, los programas básicamente son 3:
1-     Activado completamente, actúan al 100% el control de tracción y estabilidad, no permitiendo derrapes ni perdida de tracción, incluso acelerando a fondo en 1ra, o buscando la perdida de adherencia intencional en maniobras cerradas.
2-     El segundo programa es más permisivo pero aún seguro. Habilita al conductor un manejo un poco más deportivo y agresivo, con derrapes supervisados por el sistema de estabilidad, pero no tanto por el sistema de control de tracción. Es el mix adecuado entre deportividad y seguridad.
3-     El tercero es el programa más peligroso y divertido a la vez. Desacopla el control de tracción y el ESP. El auto queda completamente a merced de la habilidad del conductor quien deberá estar atento a cada movimiento, cada curva y cada vez inyecte potencia al motor. Aquí entran en juego los puntos negativos de este deportivo, que son una combinación de suspensión blanda (-), cubiertas angostas y de alto perfil (-) y mucha potencia en el eje trasero (+). Tampoco ayuda mucho el hecho de tener una distribución de pesos tan desbalanceada, como sucede en casi todos los muscle cars, una trompa sumamente grande y poca sección del auto en la mitad posterior. Sin embargo, cuando se aprende a domar la fiera, se disfruta de nada menos que 300+HP que tienen como principal objetivo hacer enriquecer a compañías como Goodyear, Pirelli y Firestone. Incluso aplicando los frenos posteriores al 100%, los mismos son inútiles cuando se acelera a fondo, patinando en el lugar como si estuviese sobre aceite o hielo.


La dirección también es programable, 3 programas que personalizan su dureza para mayor precisión y confort.
En cuanto a la caja, y para sumar al manejo sport, destrozando cubiertas y consumiendo combustible como si se tratara de un crucero destructor de guerra, la versión testeada estaba equipada con una caja automática de 6 velocidades (6-Speed SelectShift Automatic), con opción Sport y secuencial. Punto positivo por las relaciones de cambio, operación suave y veloz en modo sport. Punto negativo el hardware de la secuencial. Dos botones en el costado de la palanca, como sucede en el actual Ford Focus Titanium. Tranquilamente podría traer una opción de paddle shift o botones sobre el volante.


Confort:
Su diseño interior era un homenaje a aquellos Mustang de la década de los 60, relojes de muy fácil lectura con tipografía clásica de muscle car, y displays digitales celestes (algo antiguos) para la consola central.

La versión testeada, como dijimos, era la más equipada. Asientos de cuero de regulación eléctrica, volante y pomo de la palanca (automática) de cambios forrados en el mismo material y de proporciones importantes que dan comodidad al tacto.
El sistema de audio, con buenas opciones de conectividad (Bluetooth y USB, iPod Ready) y calidad de sonido, incluía comandos al volante bastante completos, pero sin opción de mandos por voz.
El aire acondicionado, muy necesario en las zonas que visitamos, tuvo un  correcto funcionamiento, con mandos básicos (no contaba con climatizador automático o bi-zona). Tal vez por la antigüedad de los vehículos testeados, era algo escaso para las temperaturas del estado de Nevada y Florida.
El techo era de lona, bien revestido, con motorización eléctrica, de no tan rápida operación pero correcto desempeño e impermeabilidad.

Entre el tacómetro y velocímetro, se ubicaba la computadora de abordo con un display de 4,2”, muy completa, con estadísticas de rendimiento de consumo, y la opción Track Apps, para cuando se quiere jugar con el vehículo. Incluía medidores de aceleración y frenado, y un indicador de fuerza lateral G.
La iluminación interior y del tablero podía personalizarse, activando o desactivando diferentes sectores, y seleccionando el color de los mismos, incluso se podían crear 3 colores a gusto y piacere. Muy similar al Fiesta que tenemos en el país.

Si bien el acceso al vehículo era cómodo para las plazas delanteras, por su puerta de gran dimensión, con techo cerrado, el acceso a las plazas traseras era bastante complicado, siempre teniendo que reclinar el asiento delantero, pero no pudiendo desplazarlo, como sucede por ejemplo en el 206 o Clio.
Una vez ubicado en la sección posterior, la misma era claramente para dos pasajeros, algo apretados. Esto se debe a varios motivos. Uno es la altura del vehículo. De una altura total de menos de 1,40mts, el sistema de transmisión hacia el eje trasero (cardan) pasa (como en cualquier auto de tracción trasera) por el medio del vehículo, generando que la consola central y del asiento trasero tengan una altura elevada en relación al resto de los componentes del habitáculo, por lo que era sumamente incomodo ocupar la posición central trasera. Ya con el techo cerrado, era casi imposible para una persona de contextura normal sentarse allí.
En cuanto a las plazas delanteras, si los ocupantes eran sólo dos, es un auto muy confortable. De asientos blandos y envolventes, con múltiples opciones de ajuste en altura y profundidad, era fácil realizar largos viajes ruteros con comodidad. Sin embargo cuando se transportaban personas también en las plazas traseras, los ocupantes delanteros debían sacrificar espacio para dar lugar a las piernas de los pasajeros traseros. La consola de instrumentos, si bien “compacta”  (comparada a la de un C4 o un 307), se viene muy encima de ellos. Esto se debe a que, para viajar 2 pasajeros cómodos, los asientos delanteros se ubican en una posición casi tocando el asiento trasero.

Desde el punto de vista de habitabilidad, hablamos de un silencioso motor en conducción normal, incluso al estar en modo Cabrio. Y haciendo foco en este último modo, las plazas delanteras casi no reciben embestidas del viento cuando se viaja, incluso a 60mph (100kph) con el techo abierto, por un correcto diseño aerodinámico. Sin embargo, la vida se hace difícil a esta velocidad en las plazas traseras. El viento golpea a los pasajeros traseros directo en la cara sin tener nada que los proteja.

Otro tema fue el tamaño del baúl. Tanto con el techo abierto como cerrado (dado que el mismo se pliega sobre una sección detrás del asiento trasero que no se recupera ni se extiende) las dimensiones son escasas: sólo 283lts. Si bien llevamos bastante equipaje, logramos meter una valija grande, no muy cargada, y dos medianas, muy apretadas y haciendo uso de las habilidades adquiridas en el Tetris. Los carry-on directamente los tuvimos que ubicar en habitáculo, donde tampoco quedaba mucho más espacio para los pasajeros. Esto quiere decir que tampoco es un auto para 4 turistas, o bien para 4 personas que quieran hacer un solo viaje desde el aeropuerto al hotel con equipaje completo.

Un punto a mejorar, es el hecho del “encandilamiento interior”. No tiene, en este caso, nada que ver con las luces del tablero, las cuales son regulables en intensidad. Tiene que ver con los materiales del IP (instrumental panel). La sección media del tablero tiene una cobertura de aluminio que, al mediodía, cuando el sol está en lo más alto, genera un reflejo que encandila a los ocupantes. Raro pero ciertamente molesto en los estados transitados.




Seguridad:
Hablamos de los controles de tracción programables. A estos se suma, obviamente, un correcto sistema ABS, con discos ventilados en las 4 posiciones. En el interior, 4 airbags protegen pasivamente a los ocupantes: dos delanteros, dos laterales en los asientos. Cinturones inerciales con pretensores explosivos para las 4 plazas (como dijimos, sólo pueden viajar 4 personas, no hay cinturón en la plaza central trasera) y también 4 apoya cabezas (los traseros pueden colapsarse para mejor visibilidad hacia atrás).
Lo preocupante interesante, es que las versiones probadas no contaban con barra de protección antivuelco.
También hablamos de las ruedas. De gran diámetro, 18” en las versiones testeadas, con llantas de aleación diamantadas, pero alto taco para un auto deportivo y escasa amplitud de pisada. Esto no sólo influye en la tracción al momento de aplicar los 305hp en el suelo, sino también al transitar en “modo sport”. En las curvas, la suspensión hace rolar al vehículo y las cubiertas quitan puntos de adherencia.
La iluminación exterior era muy buena, luces de xenón en las bajas y altas, y LED en las luces de posición delanteras y traseras. En estas últimas, de muy buen diseño, carecían de luces de giro color ámbar (como en la mayoría de los autos del mercado americano), siendo estas luces activadas sobre las de stop en paso progresivo (desde el centro, celda 1, después la 2, después la 3)


Consumo:
Lamentablemente, digno muscle car V6 3,7L. Un animal de alto consumo incluso cuando se intentaba cuidar el rendimiento. En ruta, con un manejo sumamente defensivo y cuidadoso, no pudimos superar los 26MPG (esto quiere decir, aprox, 11km/l). Bastante bien para un vehículo muy pesado y de motor grande.
Ahora, cuando se deja de lado ese manejo “ecológico”, el ratio cae más rápido que la manzana sobre Newton. Incluso, si empezamos a divertirnos, llega a menos de 2km/l.
Para el uso combinado y en vacaciones, no es un auto muy barato.



Conclusión:
Como auto para dos pasajeros, de uso cotidiano: muy cómodo, ágil y robusto. Poco económico a nivel consumo, “accesible” a nivel precio (según Ford USA: U$31.000).
Como auto “de carreras”, divertido, poderoso, pero no podés descuidar un segundo la atención si lo manejas en modo Old-Shool.


Los pros: Motor, Caja, Dirección y Diseño.




Las contras: Suspensión, Consumo y Habitabilidad de las plazas traseras.



Resultado final: Un auto para disfrutar en vacaciones en Las Vegas en modo Cabrio.
-Max Power-

1 comentario:

  1. Impecable grado de detalle para describirlo y analizarlo
    Me dan ganas de manejarlo , aunque no creo pueda aprovecharlo y disfrutarlo como vos.

    ResponderBorrar

Gracias por comentar. ahora hace algo mas interesante. Como comer pochoclos

salu2